Romanticismo

El Romanticismo es un movimiento cultural que se originó en Alemania y en Reino Unido a finales del siglo xviii como una reacción revolucionaria contra la Ilustración y el Neoclasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Es considerado como el primer movimiento de cultura que cubrió el mapa completo de Europa. En la mayoría de las áreas estuvo en su apogeo en el período aproximado de 1800 a 1850. El Romanticismo es un movimiento cultural crucial para poder comprender la cultura occidental moderna. La filosofía, el arte, la literatura, la música y la política fueron influenciados por este movimiento, durante el turbulento periodo que se extendió entre el periodo que se conoce como revoluciones burguesas, que en su definición política se conocen como revoluciones liberales. En este período el mundo occidental se había sacudido por la Revolución de las Trece Colonias de Inglaterra en 1776, la Revolución Francesa en 1789 y por la Primera Revolución industrial que empezaba a cambiar la vida tradicionalmente agraria. Por lo tanto los nuevos modos de vida se debían reflejar en nuevos modos de pensar. El romanticismo pasó a significar esta nueva experiencia de mundo. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el Romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, así como a la vida y al ser humano mismo, es que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla, e incluso dentro de una misma nación, se manifiestan distintas tendencias, proyectándose ello también en todas las artes. Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Inglaterra y Alemania hasta llegar a otros países europeos. Su vertiente literaria se fragmenta posteriormente en diversas corrientes, como el parnasianismo, el simbolismo, el decadentismo o el prerrafaelismo, reunidas en la denominación general de posromanticismo, del cual derivó el llamado modernismo hispanoamericano. Tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, la pintura y la música. Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo XX, el surrealismo, llevó al extremo los postulados románticos de la exaltación del yo.
El movimiento romántico se caracterizó por la sensibilidad emocional y la subjetividad de sus obras. Fue una corriente que rechazó los preceptos de orden, calma y racionalidad de la época clásica y neoclásica de fines del siglo XVIII. El romántico exaltaba la belleza y los ideales, dando libertad a los sentimientos. El espíritu creativo resultaba más importante que la estricta adhesión a las reglas de la sociedad. El artista romántico buscaba escapar de la realidad inmediata que lo abrumaba y lo angustiaba. Por eso, las obras suelen representar épocas pasadas o lugares lejanos. El artista se refugiaba en sí mismo y se aislaba de la sociedad.
El romanticismo se caracterizó por:
La subjetividad.
El movimiento exaltaba los sentimientos y los estados de ánimo sobre el racionalismo. El miedo, la pasión, la locura y la soledad fueron algunos de los temas más presentes en las obras románticas. Lo sublime. El movimiento hacía referencia al concepto de belleza como un ideal de grandeza absoluta, aquello incomparable en cuanto a su magnitud y su capacidad de conmover. De ahí, el uso de símbolos que reflejaban la idolatría a un genio, héroe o figura excepcional. La naturaleza. El movimiento aportó un nuevo carácter del paisaje, en el que la naturaleza resultaba una metáfora del mundo interior del individuo, no un mero contexto en la escena. Por ejemplo, un volcán podría simbolizar la pasión, una montaña nevada podría simbolizar la soledad y melancolía.
El Nacionalismo.
El movimiento se caracterizó por la búsqueda de la identidad, no solo individual, sino a su herencia y sentido de pertenencia. El concepto de cultura popular estaba muy presente en la literatura y el arte románticos.
La nostalgia por el pasado.
El movimiento se contraponía al progreso dramático de la Revolución Industrial que amenazaba con romper la unidad entre el hombre y la naturaleza. Por eso, las obras románticas idealizaban épocas anteriores y se situaban en escenarios del pasado, especialmente, en la Edad Media.
El individualismo.
El movimiento exaltaba la expresión del yo, en un sentido de reconocimiento de la identidad individual. Consideraba al sujeto como único y diferente que, a su vez, formaba parte de un colectivo en el que cada individuo gozaba del mismo reconocimiento.
El genio incomprendido.
El movimiento sostiene la imagen de un genio romántico que se destaca por su imaginación, creatividad y vida atormentada, a diferencia del genio del renacimiento que se destacaba por su impecable manejo de la técnica dentro del arte.
El carácter onírico.
El movimiento expone situaciones y emociones relativas a los sueños, las pesadillas y las fantasías. Expone situaciones en las que la imaginación se libera del sentido de la razón,incluso, a través de temas tabúes, oscuros y satánicos.
El Romanticismo es un término que puede emplearse de distintas maneras. Puede tratarse de la característica de aquel o aquello que es romántico (que expresa o comparte sus sentimientos o que es idealista). ... El romanticismo surgió en oposición a la ilustración, privilegiando los sentimientos sobre la razón.

Comentarios